ARTÍCULOS ESPECIALES

INTRODUCCIÓN A LOS MUDRAS

Podríamos traducir la palabra sánscrita "mudra" por gesto o actitud. Los mudras pueden ser gestos psíquicos, emocionales, devocionales o estéticos. Los yoguis han experimentado los mudras como actitudes de flujo de energía que establecen un vínculo entre la fuerza pránica individual y la fuerza cósmica. Según el Kularnava tantra, el origen de la palabra "mudra" son las raíces "mud", deleite o placer y "dravay" inducir, estimular.

" Los mudras son una combinación de movimientos físicos sutiles que alteran el estado de ánimo, la actitud y la percepción, mejoran la concentración y amplifican la consciencia. Un mudra puede involucrar el cuerpo entero en una combinación de asana, pranayama, bandha y técnicas de visualización, o puede ser simplemente un sencillo gesto de las manos."


El Hatha Yoga Pradipika y otros textos yóguicos consideran los mudras como yoganaga, una rama independiente del yoga, cuyo dominio requiere una consciencia muy sutil. Normalmente, la práctica de los mudras se introduce cuando ya se ha alcanzado un cierto nivel en asana, pranayama y bandha, y cuando se han disuelto los bloqueos de los niveles más burdos. Aunque encontramos varios textos sobre mudras, no existen referencias detalladas, pues era un conocimiento que no se podía aprender de los libros: era indispensable la instrucción práctica de un maestro. Los mudras son prácticas avanzadas con las que se trabaja el prana*, los chakras* y la kundalini*, y los hay que están reservados para practicantes avanzados.

Mudras y prana

Las posturas y actitudes que se adoptan durante la práctica de los mudras establecen una relación directa entre anamaya kosha, manomaya kosha y pranamaya kosha (los cuerpos físico, mental y vital respectivamente). Al principio, esto ayuda a que el practicante sea consciente del flujo de prana en el cuerpo. Más adelante, establece un equilibrio pránico en los koshas y permite la redirección de la energía sutil a los chakras superiores, induciendo estados de consciencia más elevados.

Los mudras son una forma de manipular la energía, de la misma manera que un espejo o la pared de un acantilado la desvían en forma de luz o sonido. Los nadis y chakras irradian prana, que normalmente se escapa y se disipa en el mundo exterior. Al crear barreras en el cuerpo mediante la práctica de mudras, la energía se redirige hacia dentro.

La literatura tántrica afirma que una vez se ha logrado detener la dispersión de prana mediante la práctica de los mudras, la mente se introvierte, induciendo estados de pratyahara, introversión de los sentidos, y dharana, concentración. Gracias a la posibilidad de redirigir el prana, los mudras son un factor importante para despertar la kundalini. Por eso, forman parte de las prácticas de kriya y kundalini yoga.

Pero, echemos un vistazo a los mudras desde el punto de vista científico.

En términos científicos, los mudras proveen un camino para acceder e influenciar los reflejos inconscientes y primarios, hábitos y patrones instintivos que tienen su origen en áreas primitivas del cerebro, alrededor del tronco cerebral. Crean una conexión sutil, no intelectual, con esas áreas. Cada mudra establece un vínculo diferente y tiene un efecto distinto en el cuerpo, la mente y el prana. El objetivo es crear posturas y gestos fijos y repetitivos que ayudan al practicante a deshacerse de patrones instintivos y llegar a una consciencia más refinada.

Grupos de mudras

Los mudras del yoga se pueden categorizar en unos cinco grupos.

Hasta mudras

Mudras de las manos. Los que se describen en las páginas siguientes son mudras meditativos y redirigen el prana que se emite por las manos hacia el cuerpo. Los mudras que juntan los dedos pulgar e índice implican la corteza motora a un nivel muy sutil, generando un circuito de energía que se mueve desde el cerebro hacia la mano y de vuelta al cerebro, lo que induce una rápida interiorización. Algunas de las prácticas de esta categoría son: jñana mudra, chin mudra, yoni mudra, bhairava mudra y hridaya mudra.

Mana mudras

Mudras de cabeza. Forman una parte integral del yoga, y muchos son prácticas de meditación en sí. En esos mudras se usan los ojos, oídos, nariz, lengua y labios. Algunos son: shambhavi mudra, nasikagra drishti, khechari mudra, kaki mudra, bhujangini mudra, bhoochari mudra, akashi mudra, shanmukhi mudra y unmani mudra.

Kaya mudras

Mudras posturales. Utilizan posturas físicas combinadas con la respiración y la concentración. Algunas de sus técnicas incluyen: prana mudra, vipareeta karani mudra, yoga mudra, pashinee mudra, manduki mudra y tadagi mudra.

Bandhas

Mudras cierre. Estas prácticas combinan mudra y bandha. Cargan el sistema de prana y lo preparan para técnicas avanzadas. Incluyen: maha mudra, maha bheda mudra y maha vedha mudra.

Adhara mudras

Mudras del perineo. Redirigen el prana desde los centros inferiores hacia el cerebro. Incluyen: ashwini mudra y vajroli/sahajoli mudras.

Entre todos ellos, estos grupos implican áreas considerables de la corteza cerebral. La cantidad relativamente grande de mudras de mano y cabeza tiene su razón de ser en que la operación e interpretación de información que llega desde estas áreas ocupa aproximadamente un cincuenta por ciento de la corteza cerebral. Los mudras se practican en combinación con o después de las asanas y el pranayama.


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