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EL TAI CHI

Los movimientos armónicos y suaves del Tai Chi, una técnica procedente de China que practican millones de personas en los parques y jardines de muchas ciudades de ese país asiático y en numerosos países de todo el mundo, ha demostrado ser eficaz para mejorar la elasticidad y prevenir las caídas en las personas con osteoporosis.

La pérdida de la masa ósea que caracteriza a la osteoporosis es una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres después de la menopausia, debido a la disminución de los estrógenos y que provoca un gran peligro de que se fracturen los huesos.

Para evitar estas roturas, que pueden llegar a ser muy graves, es muy importante mantener la elasticidad y fortalecer lo máximo posible los músculos de todo el cuerpo, sobre todo en edades avanzadas de la vida.

El Tai Chi, que tiene la característica de ser un ejercicio aeróbico de bajo a moderado impacto, es una práctica muy saludable a cualquier edad y sobre todo se recomienda casi como una forma de rehabilitación y terapia para las personas mayores.

El presidente de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), Antonio Hernández Royo, ha comprobado las ventajas de este ejercicio físico de técnica milenaria, que comenzó a practicarse en China en el siglo XVII.

La coordinación y control de los movimientos, que suelen ser suaves y armónicos, y que sugieren en muchas ocasiones los elegantes movimientos de algunos animales, precisan también de una concentración espiritual que sirve para mejorar la conciencia del propio cuerpo, para mantener el equilibrio y para corregir las malas posturas.

Por esta razón es también muy eficaz su práctica en las personas que sufren dolores de espalda como las lumbalgias y otros problemas provocados por la repetición de errores posturales, muy frecuentes en nuestra sociedades modernas, con largas jornadas de trabajo en posturas forzadas y en las que la inactividad se ha convertido en uno de los problemas sanitarios más peligrosos.

Los beneficios del Tai Chi son múltiples, ya que mejora el aparato cardiovascular, respiratorio, muscular y también el sistema inmunológico y la salud mental de quienes lo realizan de forma correcta y continuada.

El conocimiento e incorporación a los hábitos diarios de esta gimnasia terapéutica es una de las principales recomendaciones de los especialistas, convencidos de la mejora que tiene sobre la salud de los músculos y el esqueleto estos ejercicios chinos.

Para que se noten los beneficios hay que ser disciplinado y tener algo más de alguna de estas virtudes más relacionadas con los orientales como son la perseverancia y la paciencia.

El Tai Chi, incluso cuando no se conoce en profundidad, moviliza todas las articulaciones y los grupos musculares sin peligro de dañarlos, tonifica el corazón y la técnica de respiración que aporta sirve para tranquilizar el ánimo en las personas nerviosas.

Los maestros del Tai Chi dicen que los movimientos buscan "La Calma" interior de la persona y por eso hay que hacer los ejercicios de forma muy sosegada, encadenados y lo más despacio posible, de forma que la respiración sea lenta y profunda y el pulso apenas se altere.

Aunque el fundador del Tai Chi se considera a Yang Lu Chang en el siglo XVIII, los orígenes son aún más antiguos y datan de hace más de 800 años.

Las primeras leyendas acerca de este arte marcial defensivo que es el origen de esta gimnasia Tai Chi se debe al llamado emperador Negro, Xuan Wum, a quien un monje taoísta reveló una forma de combate muy eficaz.

Cuenta la leyenda que el monje presenció una pelea entre una serpiente y una grulla, en la que el ave tuvo que ceder y optó por marcharse, al sentirse incapaz de hacer frente a los movimientos relajados, acompasados, eficaces y ágiles de su enemigo.