SALUD

La práctica sistemática del Yoga llega a producir un sensible mejoramiento de todos los sistemas fisiológicos que conforman el cuerpo, proporcionando un notable estado de vitalidad y salud.

De este modo, con la práctica de las posturas, la relajación, los ejercicios respiratorios, la meditación y una alimentación adecuada podremos mantener altos los niveles de salud. Y, si el individuo se encuentra enfermo, será posible potenciar la sanación que el cuerpo dispone de forma natural.

El sistema óseo, incluidas las articulaciones, el sistema muscular, los sistemas nerviosos (central, simpático y parasimpático), el sistema endocrino con todas sus hormonas, el sistema digestivo, el sistema cardio-vascular, el respiratorio... etc. Todos los que componen en cuerpo van a mejorar muy sensiblemente su funcionamiento redundando el efecto en salud y bienestar.

Integrar asanas, movimiento consciente y pranayama permite regular los efectos debilitadores de la tensión, la ansiedad y el "stress" al que nos vemos sometidos de forma habitual en la sociedad en que vivimos. Gracias a un adecuado equilibrio entre las energías mentales y vitales es posible emitir respuestas adecuadas en todas las situaciones de la vida.

Es necesaria la adaptación personalizada mediante modificaciones específicas en la alineación, pranayama, mantras, visualizaciones o estilos de yoga del practicante para que este sea preventivo o sanador, especialmente en condiciones graves de salud.

La práctica constante del yoga crea los samskaras o surcos mentales reguladores de nuestro sistema hormonal, coincidente con los chakras. Lo que armoniza no solo nuestro sistema químico (nervioso y endocrino), sino nuestro nivel de stress, mejorando la respuesta autoinmune. Conecta, por tanto, con nuestra dicha interior.

Al ser un espacio holístico nos lleva, mediante un campo compacto, a una unidad cada vez menor, en la que cada información genética de cada núcleo celular se repite indistintamente, independientemente del sistema del cuerpo que elijamos trabajar.

La continuidad en la práctica garantiza que el trabajo derive en beneficios que afectan a nuestra salud y se traduce en una mayor eficacia en las prestaciones que realizamos en la vida cotidiana.

El objetivo primordial del yoga es beneficiarnos de la paz mental, la dicha, la fuerza y la inspiración, que nos aporta su práctica.